Todos son igualmente válidos.
Y el resultado será el mismo: conocer mejor nuestras características cognitivas, nuestros puntos débiles y fuertes, nuestro potencial...
Después de realizar las pruebas no serás diferente, ni mejor ni peor, pero serás más consciente de ti mismo y de tus posibilidades y, créeme, encontrarás sentido a muchas situaciones que se han repetido a lo largo de tu vida. En definitiva y en último término: encajarás mejor en la realidad que te rodea.
¡No lo pienses más! Vale la pena.